Atareado por la mañana, tarde y noche con mi correspondencia. El señor Williamson fue presentado oficialmente el día 30 como simple «encargado de negocios» de los Estados Unidos de Norte América. He escrito un despacho con esta información y la dirección de este caballero al presidente en la ocasión, sugiriendo que la Gran Bretaña nombre un «ministro encargado de negocios», y que a pesar de que fuimos la primera nación en reconocer a Venezuela por tratado, el Tío Sam nos ha ganado la mano al enviar el primer agente diplomático acreditado, y yo deseo que Inglaterra siga manteniendo como hasta ahora y en todas las formas la preponderancia en todas las cosas en esta porción de Colombia por lo menos. Yo la he forjado y mantenido como su agente consular durante los diez años pasados, y sinceramente tengo que confiar que el sistema inglés de economía (respaldado por la retrógrada nueva marcha de las cosas) por culpa del plan fantasma y destructivo, empeñado con objetivos demasiado generales e inapropiados, en educar a todas las clases del reino, no sea el medio que vaya a eliminar la dignidad y grandeza británicas en la mente de estos republicanos. Ha llovido mucho casi todo el día y la noche. El gobernador de la provincia, señor don Juán de la Madriz, me envió un curioso animal 1(Probablemente un cuchicuchi [Patos flavus]. Según Röhl, Humboldt habría sido el primer científico en describirlo con exactitud. No hay lemúridos en el Nuevo Mundo) de la especie del lémur, y bastante raro, aun aquí.