Fuerte lluvia todo el día. Informes de que la reunión de Valencia no ha decidido nada más que enviar una delegación al gobierno, y que Bolívar solicita que la convención general de estados se celebre en 1827 en lugar de 1831, y que hasta saberse el resultado de la solicitud, las leyes existentes tienen que seguir respetándose. Páez habló largo y tendido en la reciente asamblea y lo mismo hizo el doctor Peña. Sin duda se publicarán los detalles, pues en la prensa aparece «el orden del día». Mariño partió esta mañana acompañado por algunos de sus más inteligentes oficiales a inspeccionar la posición más defendible a poca distancia de Petare, por si Bermúdez y Arismendi (que se oponen a Páez y además le tienen envidia) piensan en tomar medidas violentas o el vicepresidente las juzga necesarias. Sería una bendición para este Gobierno si pudiera ser colocado bajo la tutela de la Gran Bretaña o algún Estado sabio durante unos cuantos años, para dar tiempo a que madurase la nueva raza en educación y moral tanto religiosas como políticas. Con el tiempo se logrará este fin, pero esta celeridad sería lo mejor, y pondría a la nación en situación de saber cómo gobernar. Todas las ramas del gobierno se situarían sobre una base juiciosa, con gente apropiada (no nativos) a la cabeza para regular y encargarse de que el honor y la integridad influenciasen a todos y cada uno. Tenemos ahora hombres en todos los departamentos presumiendo de patriotismo y amor a la Constitución y la libertad. Al mismo tiempo, por su avidez y parcialidad personal roban al Estado de sus ingresos, y los individuos con tal sentido de la justicia deberían ser sometidos a la ley. Pasará mucho tiempo (con todo y las rimbombantes expresiones de independencia) para que las semillas de la opresión, tan profundamente enraizadas por el ejemplo, así como la larga tiranía de los españoles, permitan la reacción de algún sentimiento de honestidad que desde hace tanto tiempo llevan sofocada en el pecho los sudamericanos. El conde, o coronel, De Roote, un sueco, cenó conmigo. Termómetro, 21 a las 7 y a las 4, 23.