Salí de Londres en silla de posta hoy a las 3, acompañado por mi querida Jane 1(Jane Porter, hermana mayor de sir Robert, escritora. Nació en Durham en 1776 y murió en mayo de 1850) con destino a Esher, después de cerrar cuentas con mis banqueros señores Wright and Co., con lo que descubrí que estoy en deuda con ellos por la suma de unas £360. Me despedí de la metrópoli con mayor placer del que acaso hubiera debido; pero habían sido tales la prisa y la presión sufridas mientras hacía mis preparativos para Sudamérica, que cada milla recorrida parecía disminuir el nerviosismo y la constante irritación experimentados durante estos últimos 15 días. Hacía un tiempo deplorablemente lluvioso. Me detuve en Hampton Court para despedirme de sir A. Halliday, médico del duque de Clarence. Nos dijo que su alteza real había permanecido en Bushy hasta las tres, con la esperanza de que le presentara mis saludos de despedida. Estuvo bien así; no pudimos hacer la visita por diversas razones, pero creo que, de estar en su poder, [el duque] me hubiera hecho un favor. Según el doctor [Chevalier], aquel se interesaba sincera y cordialmente por mi bienestar. Había ofrecido hacer los mayores esfuerzos para procurarme la Orden del Guelph. Según dijo, se le había informado, confidencialmente, que su majestad estaba dispuesto a que yo la obtuviera. En vista de esta aserción, Jane, el doctor y yo confiamos en que el duque cumplirá este propósito. A las 5 llegamos a la casa de campo de mi amada madre.

Apenas ayer había regresado de la ciudad, y me dio la más profunda satisfacción comprobar que tanto ella como mi querida María 1(Anna Maria Porter, la menor de las hermanas de sir Robert, también escritora, nació en Durham en 1780 y murió de tifus en Bristol, el 21 de septiembre de 1832, a los 52 años) estaban encantadas con la casa y sus comodidades: ninguna de las dos la había visto hasta entonces. A las seis llegó el Dr. Coxe, que es mi médico y secretario. En el curso de la velada puse a Jane en posesión de todos mis documentos, memorándums, etc., junto con un Poder, de modo que pueda obrar en nombre mío en cualquier modo que lo hubiera hecho si yo me hubiera hallado en Europa.