Nada de particular. El doctor [Coxe] fue a visitar Valencia con el señor Flinter. El señor Lievesly llegó del Tuy y Ocumare. Hace un melancólico relato del estado de las haciendas. Este armarse del general Páez ha ahuyentado a todos los negros de las haciendas, que han ido a refugiarse en el monte, y el añil ha quedado sin terminar a merced de los gusanos, el café sin recoger y la maleza ahogando el resto de las propiedades. El trabajo se paga ahora a 6 y 8 reales por día, y es difícil conseguir la mano de obra. Este tremblement politique de Páez ha retrasado la prosperidad por lo menos 10 años, y si estalla la guerra civil, medio siglo. Mi visita a la Galatea a principios de mayo —según dicen los periódicos americanos— fue para buscar refugio a bordo por el estado de confusión que reinaba en Caracas. Así andan los informes. El señor Lievesly cenó conmigo. Termómetro en 22, y a las 4, 23. No ha llovido hoy.