Visité esta mañana al general Mariño. No hubo nada nuevo en lo que me dijo sobre la comunicación que había recibido el general Páez del vicepresidente de la república. Como lo he anotado, Páez, durante algún tiempo, es seguro que no va a publicar las epístolas. Mariño dice que como los comerciantes tardan tanto en pagar su parte del préstamo, los vales pagaderos a la aduana como parte de impuestos comerciales, se suspenderán durante 3 o 4 meses, de modo que el total de los aranceles correspondientes a ese período se paguen en efectivo, como único medio de obtener los fondos para pagar las tropas. Supone que esto les obligará a aportar dinero, suma esta que siempre será menor que si se vieran en la obligación de pagar los derechos arancelarios totales en efectivo, en La Guaira. El general me mostró un censo de las tropas: 19 batallones de milicia con un promedio de 800 hombres cada uno y 5 regimientos de caballería en las ciudades, aparte de 4.000 llaneros montados, haciendo un total de 18.000 hombres. Tienen unos 8.000 fusiles con munición suficiente, pero el resto tiene que ser armado con lanzas, de las cuales hay preparadas 6.000. No obstante, se me informa confidencialmente que se ha firmado un contrato de armas por valor de 300.000 dólares con un tal señor Foster, comerciante norteamericano en sociedad con un tal comodoro Daniels [Danells], nativo también del mismo Estado —que es oficial de esta república—, y muy honorable y leal a su empleador Colombia. Luego visité al intendente en relación con un asunto referente a aduana y mercancías. Velada en casa de Mocatta. Termómetro 22 a las 7 y 24, a las 4. No ha llovido.