Nada nuevo. No llueve. Escribí al intendente acerca del negocio del señor Oppenheimer, quien solicita tiempo para el pago de sus impuestos en la aduana o hasta que sepa algo de Bogotá referente a una letra de cerca de 6.000 libras esterlinas que compró, girada por el ministerio de finanzas sobre el representante de la república en Londres, que fue protestada y devuelta a la firma de Oppenheimer and Co. El intendente le dice al señor O. que es esta una transacción con la sede del gobierno, y que no puede permitir que interfiera con el pago regular de los impuestos debidos. Sin embargo, la razón verdadera de la petición de un plazo mayor es la reciente orden de suspensión de los vales, y ya que esta casa mercantil, así como casi todos las otras, ha invertido sumas considerables en la compra de esta clase de efectos públicos, que la aduana acepta en 1/4 o 1/2, y el resto en pagos en efectivo, y como ya no son periódicos, han surgido descontento y protestas generales. Termómetro, 22 a las 7 y, a las 4, 23. No llueve.