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Capítulo II Venezuela tierra turbulenta
1825 noviembre 27 - 1827 enero 07
Venezuela tierra turbulenta
1825 noviembre 27 - 1827 enero 07
Subcapítulos
Caracas

Esta mañana visité al nuevo intendente doctor Echezuría, que parece un hombre de modales tranquilos, algo sordo, pero tiene una fuerte reputación de honestidad, atributo muy raro en quienes desempeñan cualquier profesión o cargo público en la república. Le dije que en vista de los inesperados y repentinos cambios y la consiguiente declaración de la Ley Marcial, esperaba que las garantías que el propio general Páez me había dado se mantendrían sagradas, con respecto a la observancia del tratado entre la Gran Bretaña y la república y también la promesa de que se respetarían más particularmente las personas y propiedades de los súbditos de S. M. Al mismo tiempo le aseguré que en cuanto a respetar estrictamente, por parte de ellos, el tenor de las órdenes del bando que proclamó la Ley Militar, así se haría. Me dijo que podía tener la seguridad de que cualquier promesa que me hubiera hecho el general Páez se consideraría sagrada y que podía estar seguro de que serían respetadas, agregando que su excelencia le había recomendado particularmente atender a cualquier queja u otra representación que pudiera hacerle el cónsul británico, pues se sentía, él tanto como la causa que había abrazado, muy en deuda conmigo por la forma imparcial y moderada como yo me había portado hacia él y el partido, y además tiene que estar consciente de que yo he informado de los asuntos al gobierno inglés. Entre los informes del día de hoy se dice que el actual gobernador de La Guaira, coronel Núñez (que estaba con Páez en San Pedro el día que se marchó de Caracas), afirma que vio al general recibir cartas de un expreso, firmadas por Bolívar y fechadas en Bogotá, y que el contenido aprueba todo lo que el general ha hecho, y que además no había enviado el Código Boliviano como el apropiado para sus compatriotas, sino para obtener su opinión y adoptar o no cualquier parte de él. Que exhortaba a Páez del modo más urgente a ser circunspecto en su conducta, a no arrastrar al país a la guerra civil y que pronto estaría con él. Esto fue lo que este Núñez le dijo al doctor Mendoza en La Guaira el día en que se embarcó. Si el hombre mintió, es una más de las mentiras inventadas por uno y otro lado con una pompa que solo tiene igual en Persia. Otra noticia también dudosa, es que el general Briceño Méndez en lugar de dirigirse a Maracaibo adonde le esperaban la suegra de su esposa [sic] y el tío, se ha metido en Puerto Cabello declarando que va a defenderlo hasta que llegue Bolívar. Las últimas noticias recibidas por tierra de ese sector dicen que Páez, el lunes por la tarde fue interceptado a una legua del lugar acompañado solamente por dos edecanes. Visité a la pobre señora Mendoza esta tarde, quien soporta bien la separación y espera que como el Libertador ya ha llegado a Bogotá el exilio de su esposo sea de muy corta duración. Se ha ordenado a la Alta Corte y a todos los jueces, etc., trasladarse a Valencia. Sabremos más en el curso de la semana que viene. Termómetro, 22 a las 7 y 24, a las 4. No ha llovido.

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