Tenemos varios informes relativos a Páez y Puerto Cabello, pero creo que es bastante seguro que ordenó a un destacamento de caballería avanzar hacia la ciudad y alejar a todo el ganado que estaba en su vecindad así como en la reserva que está cerca de los llamados Bucheros 1(«Bucheros» es corrupción de «buchada», «bocanada», que aquí figura «agua violentamete expulsada»; es un lugar en la costa de Patanemo, cerca de Puerto Cabello, donde las olas del mar penetran por fisuras en las rocas sumergidas, provocando la violenta expulsión de chorros de agua al aire. El sitio también es denominado «Bufadores».) Las tropas avanzaron y les dispararon los piquetes de la plaza, matando a un oficial y a varios hombres. Se retiraron como consecuencia de esta inesperada recepción. A continuación avanzó un par de compañías de milicia, encabezadas por su mayor, y ocuparon una posición cerca de las avanzadas. El oficial dejó a los centinelas con un grupo y se retiró a la ciudad durante una hora. Luego regresó a sus hombres y el cuerpo entero entró en la ciudad, abandonando así al grupo al que habría debido respaldar con su avanzada. Otro informe dice que este abandono tuvo lugar en Valencia cuando se ordenó a uno de los regimientos que marchase sobre Puerto Cabello, y que Páez en ese instante mató a tiros a tres de sus oficiales. En unos pocos días sabremos la verdad, pero creo que todo terminará en unas negociaciones entre el comandante de la guarnición y el jefe Civil y Militar, particularmente si aquel es Briceño Méndez. El coronel Carabaño llegó a Caracas el viernes por la noche para hacerse cargo del mando militar de la ciudad y, naturalmente, substituir al señor Padrón, muy dado a la bebida y cuyas órdenes, al estar bajo la influencia del fluido e inflado por el poder militar, podrían ser la causa de incontrolables daños. Velada en casa de O’Callaghan. Termómetro, 22 a las 7 y 24, a las 4.