Hay informes que dicen que un sobrino de Bolívar ha llegado a Valencia con un muy caballeroso regalo de ese jefe a Páez, a saber un par de caballos de guerra y una lanza con punta de oro endurecido. Esto suena a buena camaradería, y todas sus cartas etc., desde que regresó a Colombia, según me dicen, vibran de aprobación y amistad. La violencia de Santander y su insistencia en que debe castigarse al jefe de la causa de Venezuela están equivocadas y serían la ruina cierta del país. Estos son los amigos de la república. Briceño Méndez es otra de esas ciegas cabezas duras a la que solo sobrepasa la del tonto precipitado de Bermúdez. Si no hubiera sido por la deserción de Puerto Cabello, Maracaibo se hubiera declarado a favor de la federación como consecuencia del regreso del coronel Delgado de Caracas, que había estado presente el 6 de noviembre y había firmado el Acta de la Federación. Una carta de Maracaibo dice que el efecto que la conducta del coronel D. tuvo aquí casi lleva las cosas a una declaración a favor de la federación y la separación, pero detuvieron su progreso las autoridades para esperar la llegada de Bolívar y ponerle al corriente de que se quería formar una federación. No obstante, estas intenciones parecen muy debilitadas desde que las últimas noticias de Puerto Cabello les dieron un gran golpe. Espero que el buen sentido y la mente patriótica del presidente darán a los miembros del triunvirato que se dicen sus amigos el castigo que sus desastrosas medidas merecen en lugar de buscar venganza donde no corresponde. La influencia de Bolívar es poderosísima y no tengo duda de que él y Páez juntos lo pondrán todo en su lugar, coincidiendo con los deseos del pueblo hasta donde se juzgue beneficioso para su libertad racional y el bien del país. Di un paseo largo por la montaña para distraerme. Llovió mucho esta mañana. Termómetro, 21 a las 7 y 23, a las 4.