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Capítulo IV Páez, el hombre fuerte
1827 julio 06 - 1829 diciembre 31
Páez, el hombre fuerte
1827 julio 06 - 1829 diciembre 31
Subcapítulos
La Guaira.

Asistí a la Alta Corte en un juicio contra Mc Martin & Co. de La Guaira, por intento de defraudar al Fisco al importar cierto número de artículos de la India denominados telas largas [long clothes], como piezas simples, siendo el caso que la mayoría de ellas estaban divididas en dos, según costumbre en la India House [de Londres] convirtiéndose en una clase de artículo llamado Salampores. En La Guaira los aranceles se cobran por pieza, y el manifiesto declaraba una sola cantidad, cuando lo cierto es que la mayor parte de las piezas estaban cortadas por la mitad. Si esto no se hubiera detectado, el importador se hubiera visto beneficiado por el descuido de los funcionarios de la aduana. Al descubrirse que [las cantidades] diferían de las del manifiesto fueron confiscadas, y la intendencia ordenó que Mc Martin and Co. pagase una multa del 50 por ciento sobre el valor además de los aranceles. El comerciante apeló ante la Alta Corte, y desde entonces y hasta el día de hoy, el señor Cockburne cuando estaba aquí y yo hemos usado todos los argumentos y esfuerzos para rescatar la mercancía, con base en que los expedidores de Londres ignoraban que se hubieran partido las piezas que no se enumeraban así. El abogado del comerciante peleó y le defendió muy elocuente y capazmente; pero el defensor de la aduana fue vehemente en su acusación de que Mc Martin intentaba defraudar, y que no era la primera vez que lo había hecho. Dentro de 8 o 10 días los cuatro jueces, más uno adicional que no sabe nada del caso, dictarán sentencia. Me da la impresión de que el señor Mc Martin saldrá perdiendo, pues tres de los cuatro sabios son íntimos del administrador de la aduana —uno de ellos tío de Bolívar: un viejo engreído— y el otro, como la mayoría de los de su calaña, moralmente desmoralizado. He hablado con varios de los comerciantes británicos tanto de La Guaira como de aquí, y todos me dicen, en voz baja, que no hay duda de que el señor Mc Martin pensaba defraudar a la aduana, y que era cierto que lo había hecho antes. Todos lo dicen, no hay duda, pero el tacaño y vulgar escocés Mc Martin, erró el tiro y no sacó sus dólares bajo cuerda, como debió de haberlo hecho, al descubrirse que los artículos no coincidían con los documentos del barco. Tengo la firme opinión de que es culpable, pero, para proteger los intereses británicos y al comerciante, tengo que darle todo el respaldo que pueda, siempre y cuando el asunto no sea tan evidente que pueda traer deshonra a ellos y a mí mismo.

Un bergantín de guerra danés está frente al puerto de La Guaira, enviado a tratar algún asunto público con el general Páez como jefe de Venezuela. Su capitán, de nombre Jonson, está en Caracas, y cenó conmigo hoy con uno de sus oficiales. El coronel Stopford y el señor Mocatta lo conocieron. Creo que trae la misión de enterarse del estado del país en relación con sus perspectivas comerciales y paz final, pues la gente de Saint Thomas trafica mucho con ellos por medio de La Guaira. Empero, Dinamarca, hasta ahora, no se ha adelantado a reconocerlos como nación.

No ha llovido. Termómetro, 23° a las 7 y 26 a las 12 y a las 4.

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