Fui a ver a Wilson y terminé la lectura de las cartas colombianas, las cuales parecen demostrar que Bolívar jamás se ha propuesto «la Corona», pero queda igualmente claro que quiere que lo hagan presidente de por vida, y que le suceda un príncipe europeo (no español) como soberano de Colombia. Por lo que sé de ese país, no creo que ninguna de las dos cosas sea aceptada (no, ni siquiera escuchada) por el pueblo. El mes actual estaba destinado a la asamblea de la gran reunión nacional, y si se lleva a cabo se verá que los delegados asistentes harán oídos sordos a la presidencia vitalicia: es más, tengo la convicción de que si el partido de Bolívar se empeña en la cuestión, las provincias se separarán. Fui a ver al señor Philips, de la Real Academia, quien me informó que habían abierto a sir Thomas Lawrence, y que estaba en proceso gradual una osificación de los principales miembros del corazón, pero que en cualquier otro sentido su interior estaba sano. Había sufrido una inflamación del estómago hasta un grado alarmante, que había sido contrarrestada con fuertes sangrías tanto por medio de lancetas como sanguijuelas, y que su muerte, sin duda, la había causado el agotamiento, y parecería que la enfermedad del corazón no estaba en un estado fatal y que pudo haber seguido viviendo muchos años (aunque sufriendo) antes de que el proceso de osificación pusiera fin a sus días.