Llegó el paquebote. Fui a visitar a los señores Lecuna y Echandía, ambos funcionarios principales de la tesorería; e igualmente a nuestra señora Stopford, que ha engordado y se ve bien, habla tan atropelladamente como de costumbre y tan caóticamente como siempre. Está de alta costura, a la última moda de Bath 1(Anteriormente ha nombrado sir Robert esta ciudad, Bath, cercana a Esher, y ha descrito su breve permanencia en ella. Es una de las ciudades más elegantes de Inglaterra, con numerosas edificaciones de estilo georgiano y baños termales que establecieron los romanos, adonde los habituados acuden en temporada para beneficiar su salud con las aguas y, consecuencialmente, figurar, si bien hoy día no tanto como en la época del autor) Repetí la visita por la noche. Todo es alegría, mucha alegría. Otra vez vestida a la última moda y cargada de adornos brillantes de mil destellos. Y, como dice el dicho, «no todo lo que brilla es oro», pero aun así, lo poco que lo es está más allá del alcance de la faltriquera del pobre coronel. No hay noticias de ninguna clase.