Esta mañana llegó un ordenanza del coronel Stopford trayendo una carta para el general Páez, y una para él de Cisneros, como consecuencia de las cuales el general sale para los valles del Tuy esta tarde. No he visto la carta dirigida a su excelencia por el jefe de los banditti, pero lo que sigue es copia de la que el ladrón remitió al coronel y que acompañaba la dirigida a su compadre. Espero que, por fin, el presidente, por medios pacíficos, consiga dar a los hacendados del Tuy una residencia tranquila y segura para el futuro:
Lagartija, 13 de noviembre de 1831.
Sr. coronel Stopford. Según las promesas hechas por S. E. mi compadre y los otros jefes de su mando, le informo sobre como estoy en estos sitios antes dichos con las armas suspendidas contra usted bajo palabra de honor y buena fe sin faltar a mi palabra, porque es sagrada, y así no creo que usted fuera a faltar a su palabra y la de su compadre, porque en nombre de la Sagrada Trinidad quiero hacer las paces con usted. Señor Coronel creo no recibir el menor daño de usted, así como usted no recibirá ningún daño de mí ni de mis tropas, solo cesaré las relaciones con usted si usted me ataca, porque yo busco descanso y tranquilidad con todos mis hermanos y compañeros, no quiero ver derramar más sangre entre mis hermanos y compañeros. Tendrá usted la bondad de contener sus tropas bajo su mando para que yo pueda hacer cualquier Tratado con mi compadre José Antonio Páez, porque creo que usted también está informado de todo por S. E. mi compadre Páez, y espero respuesta a mi carta tan pronto como usted pueda para que yo pueda saber de su buena fe y palabra de honor. Dios lo guarde por muchos años. (firmado) Coronel Dionicio Cisneros.
En caso de que este heroico bandido engañe al general, entonces se hará todo esfuerzo militar para aniquilarle, a él y a su banda. El señor Mocatta cenó conmigo.