Abandoné mis ocupaciones de escribiente por una hora, y fui a casa del señor don Sebastián León, para ver una mazmorra subterránea descubierta recientemente dentro de su casa bajo el piso del dormitorio de una de sus hijas. Tiene una profundidad aproximada de 30 pies [unos 10 metros], está bien revestida de piedra y tiene evidentemente dos puertas tapadas con mampostería a cierta distancia de la boca de este enorme pozo ovalado (exactamente frente a frente), como si condujeran a pasadizos al norte y al sur. Las dimensiones de esta forma de huevo son de 18 por 12 pies [6m x 4m]. La casa fue originalmente un establecimiento de los jesuitas y luego se usó como Real Casa de la Moneda, pero no hay cómo descubrir la historia de esta tétrica pieza. Me parece probable que si se rompieran las dos puertas podrían llevar a apartamentos de interés, y a lo mejor a un tesoro; pero la curiosidad de esta gente solo es igualada por su pereza, por su apatía. El señor Adams volvió a cenar conmigo. Más por hablar que por otra cosa dice que se va mañana a Saint Thomas en el buque correo, y de ahí, en el paquebote, a la querida Inglaterra.