Siendo día de fiesta, fui a visitar al general Páez y hablamos sobre la cuestión de la unión, así como de los comisionados que se piensa enviar a Nueva Granada según el decreto del 29, aprobado durante la última sesión del Congreso. Todos los que han sido nombrados hasta este momento se han negado, supongo que por ser defensores de la unión y no de una alianza por tratado; lo que demuestra, como dice S. E., que la probabilidad de éxito de la unión es totalmente nula. De hecho, me afirmó abiertamente que mientras él tuviera poder e influencia no sucedería nada semejante, y tiene la seguridad de que la mayoría del pueblo de Venezuela está a favor de la soberanía e independencia continuadas, y separación sin condiciones. E independientemente de esta opinión común, no cree que se encuentre ningún ciudadano que quiera llevar a cabo la misión; no solo por la estúpida substancia del decreto, sino también por la suma mezquina y miserable fijada por la asamblea legislativa como remuneración para esta misión. De modo que no ve ninguna posibilidad de que se haga nada en este asunto hasta que se vuelva a reunir el Congreso. Cené en casa del señor Mocatta.