El doctor Basas considera que todos mis males son de dispepsia, y que nunca me curaré a no ser que me someta a una desesperada dieta de hambre y fármacos. No le creo, así que seguiré pensando que yo sé mejor cómo tratarme guiándome por el antiguo proverbio de que después de los 40, o se es un tonto o se es su propio médico. El pintor señor Castillo 1(El nombre del pintor es Pedro Castillo, el abuelo materno de Arturo Michelena. Es también autor de los 8 murales de batallas que Páez le encargó pintar para su residencia de Valencia) dice que ya no necesita ni mi cara ni mi persona y se llevó el retrato a casa esta mañana. Tempestad a la hora de cabalgar, de modo que tuve que quedarme en casa todo el día, y para espantar el aburrimiento me puse a leer Life of a Sailor [Vida de un marinero] del capitán Charnier, de estilo muy vulgar en muchas partes, y, con seguridad, recargado de narraciones y citas y probablemente de falsedades también. Por lo menos todo lo que dice de Rusia y de este país está completamente reñido con la verdad, y lo que dice del general Páez son mentiras descaradas, pero supongo que oyó tales cosas referidas a los actos y sentimientos de otros, y su volubilidad mental se las endosó a nuestro bravo héroe.