Un bergantín de guerra danés llegó a la rada de abajo anoche, procedente de Saint Thomas, y hoy el capitán Zartsman y otros dos caballeros con él (creo que de su barco) y un pasajero, pour plaisir, me trajeron una carta de presentación del señor Lord. Mañana cenan todos conmigo. Esta tarde llovió y tronó mucho, y no pude salir como de costumbre. No ha llegado el correo de Bogotá.