El presidente general Páez vino a verme hoy a las 3 para pedirme, en nombre propio y en el del gobierno, el favor, si era posible, de retrasar la salida del buque correo 48 horas más del período fijado para su partida, porque estaba haciendo todos los arreglos necesarios para que el general Soublette, actual ministro del Departamento de Guerra, fuera enviado a Londres como sucesor del general Montilla ante esa corte, para que procediera con las negociaciones con España, etc., etc. Le dije a S E. que, por supuesto, haría los arreglos necesarios para que el buque se quedase hasta el martes 25 a la 1, siempre y cuando me asegurase positivamente que el general Soublette estaría listo para embarcarse a la hora convenida. Me prometió que así me lo haría saber [por escrito] en el curso de la tarde, a las 4 y media:
Sábado, 20 de diciembre-34, a las 4 y media de la tarde.
El Presidente me ha pedido que asegure positivamente a V. S. que, a fin de continuar la misión interrumpida por la indisposición del general Montilla, el Comisionado saldrá sin falta según lo acordado con V. S. Su muy atento y seguro servidor (firmado) P.P. Díaz.
Al recibir esta fui a ver al señor Díaz, ministro (encargado) de Relaciones Exteriores, quien me confirmó esta carta, y que todos los documentos, el nuevo nombramiento, las instrucciones, etc., estarían listos junto con el nuevo ministro a la hora señalada. O’Leary permanece como secretario de la legación. El señor Duffy cenó conmigo. Me molestaba mucho el dolor de cabeza que, gracias a Dios, hoy día es raro. Ocupado en escribir el día entero.