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Capítulo IX Cónsul tres años más
1832 diciembre 01 - 1835 septiembre 30
Cónsul tres años más
1832 diciembre 01 - 1835 septiembre 30
Subcapítulos

Salí para La Guaira a las 4 de la mañana, bajo un buen aguacero. Los caminos de la cordillera están horribles al extremo, profundos, resbalosos y accidentados, y a cada paso se corre el riesgo de romperse el pescuezo, sobre todo con un caballo debilitado por la enfermedad, como lo está el mío. Poco después de llegar al pueblo de Cura-cutia [Curucutí] cesó la lluvia y penetré en la luz del sol y el calor, momentos después de encontrarme con el señor Lievesly. Me desvestí y me puse ropa un poco más decente para entrar a La Guaira. A unas millas de la puerta, Soublette y sus despedidores, el equipaje, etc., nos alcanzaron, y entramos con él, a eso de las 9 y media. A la 1 de la tarde el correo estaba a bordo, y entonces fui a la casa de Gobierno y acompañé al nuevo enviado a una barca de gran tamaño que estaba esperando para llevárselo y dentro de la que se metió de un salto bajo los embates de un oleaje fuerte y rugiente. Tuvo más suerte que su predecesor el general Montilla, que se mareó y casi se ahoga. Hoy, día de Navidad, comimos cuatro a la mesa del señor Lord, pero todo fue tranquilidad y pasamos un día agradable y confortable.

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