La cena de Montilla: 40 personas, tres platos regulares o, mejor dicho, profusas comilonas... y la costumbre de salir del cuarto mientras todo se vuelve a preparar. Sin duda el general hizo los honores de lo más elegantemente y como debe hacerlo un caballero de su educación y cultura. El segundo plato estaba compuesto por todos los tipos de caza que ofrece la montaña, desde el báquiro al venado y la lapa. Aves de no menor variedad, desde el paují hasta el pequeño pato carretero 1(Venado [Odocoyleus sp.]; el cerdo salvaje o báquiro [Tagassu pecari]; la lapa [Cuniculos paca]; el paují [Crax nigra]; el pato carretero [Neochen jubata]), además de pavo y tortas de pichón en no pequeñas cantidades. Todo salió admirablemente bien, y confieso que en ningún país vi jamás comida más suculenta.