No parece que el general Monagas vaya a aceptar tan tranquilamente el restablecimiento del antiguo orden de cosas; porque por una visita que le hice esta mañana al general Páez, parece que va a tomar parte decidida con los reformistas, que ya no pueden dejar de llegar sanos y salvos a Cumaná. Así que se van a enviar órdenes inmediatamente a todas las provincias para levantar y organizar 10.000 hombres. El coronel Codazzi irá a Río Chico a reclutar y armar 500, y el coronel Paredes, a los llanos para formar un cuerpo fuerte de caballería. Mientras tanto, para la defensa doméstica de Caracas, la guarnición ostensible será un cuerpo de cívicos, compuesto por los comerciantes nativos y un batallón de las clases bajas, en caso de que la guerra se convierta en el ultimátum de nuestro trastornado estado. El doctor Vargas es esperado a diario, y el hecho de que no llegue es lo único que impide a Páez ayudar activamente al armamento.