Altercado en el Consejo de Gobierno sobre las condiciones en que Monagas ha regresado al redil de la república. No sé cuáles fueron las opiniones de unos y otros, pero Michelena, ministro de Relaciones Exteriores y Finanzas, estaba muy a favor de la rendición incondicional, diciendo que el jefe del ejército constitucional no tenía derecho a redactar el decreto para la obediencia de Monagas y sus amigos orientales, ya que el decreto del Consejo del 29 de julio solo se refería a Mariño y los conspiradores del 8 de julio, cuando el general Páez negociaba su rendición en Guarenas el 30 del mismo mes. Parecería que la mayoría del Consejo en el día de hoy estaba a favor de las condiciones tal como las acordaron Páez y Monagas, o con algunas alteraciones mínimas, por lo cual Michelena sometió al presidente su dimisión del cargo de ministro. Esto es muy preocupante en este momento, y la renuncia de este funcionario no lo sería menos en cualquier otro, pues es el único hombre de la república que tiene capacidad, rectitud y conocimientos suficientes para desempeñar los dos agotadores cargos. Fui a una fiesta vespertina en casa del Sr. Mocatta, con la asistencia de nativos y mucha otra gente vulgar. Mucho té, chocolate, y mal cantar. Una buena cantidad de lluvia.