No hay noticias políticas. Un alemán de una sastrería se envenenó: estaba profundamente endeudado y enamorado. No podía pagar lo uno ni satisfacer lo otro, pues sus amores le había negado la joven de duro corazón, de modo que se tomó una buena dosis de arsénico, y así puso fin a sus dolores. Lo íbamos a enterrar hoy a las 5, pero la lluvia decidió caer a mares desde las 3 hasta las 7. De todos modos su cadáver se llevó a la capilla para la noche, y mañana a las 8 de la mañana será debidamente enterrado. Esta mañana colgué la hermosamente ejecutada paloma y gloria del Espíritu Santo sobre la cruz y el cuadro de Cristo en la capilla.