Ocupado escribiendo hasta la una de la tarde, y luego me fui en el coche a Hammersmith para ver al señor J. Mora, excónsul general de Lima, etc., ya fuera del servicio por la caída de Santa Cruz. Le di cartas del señor y la señora Harrison, a cuya boda él y su esposa habían asistido, llevando la novia al altar. La señorita Pardo se vino de regreso al Priory con nosotros. Hubo varias personas a cenar, ninguna de ellas digna de mencionarse, salvo esta persona de gran talento.