Me hice mirar la cara al sol de Londres por medio del aparato llamado dagger-o-type [daguerrotipo]; y qué desastre. Capta todos los defectos de la cara y ninguna de sus cualidades. Costó 8 chelines con 6 peniques con todo y marco, y no valió la pena el tiempo perdido si no hubiera sido por la novedad. Cené con mi querida Jane en casa de la viuda lady Charleville en Cavendish Square. Un grupo pequeño pero agradabilísimo, la señorita Pardo, el señor Hagard, etc. Visité a sir Charles, y hablamos largo y tendido sobre tiempos pasados en Rusia y tiempos presentes en Inglaterra: él es todo un Tory [Conservador].