Hay que empezar a hacer los preparativos de costumbre para mantener alejado el frío del invierno que se acerca rápidamente. La nobleza y los comerciantes extranjeros regresan a la ciudad de sus casas de campo para el invierno, y se dice que para el 16 su majestad imperial estará en su cuartel general. El tiempo está bien frío pero claro. Cené con mi viejo amigo el barón Palmasterna, ministro sueco. Conocí a todo el cuerpo diplomático: no había ni un solo embajador en su puesto y solo 2 ministros, el de Prusia y uno en misión especial de Austria, aparte de mi anfitrión: todos los demás, encargados y secretarios con excepción de un general ruso que es el jefe del Corps des Mines.