Escribí a sir Charles Bagot. Visité al doctor Mendoza #002-0081, unos de los jueces supremos de la ciudad, a quien se considera el mejor abogado del lugar. Vino el señor Forsythe a consultarme sobre una deuda pendiente con la casa de Campbell and Co., de Londres, habiéndosele designado a él para cobrarla. La propiedad [de] 28.000$ pertenecía a un español en sociedad con otro en Puerto Cabello. Este, en vista de la ley que abarca a todo ese país y confisca las propiedades españolas, al llegar a Europa y posiblemente a Inglaterra, seguramente haya contraído la deuda con la casa antedicha, simplemente para protegerse. Este parece ser el caso, y aunque se pretende que pertenece al señor Campbell, no deja de ser el dinero del español. La viuda de su socio de Puerto Cabello está dispuesta a pagar la deuda con un descuento de una quinta parte del total, porque si el asunto viniera a hacerse público o la viuda denunciase que pertenece a un español, la consecuencia sería la confiscación. De modo que le aconsejé que cerrase filas, a todo riesgo, con el ofrecimiento de la viuda. Velada en casa de la señora Stopford. Termómetro 22 grados. Viento fuerte.