El domingo el Valorous salió de crucero por 15 o 20 días. Hoy, el Primrose, en el cual llegué de Barbados, echó anclas frente a La Guaira. El capitán Vernon me trajo cartas del capitán Chambers del Druid y de sir R. Woodford de Trinidad. La Colonial Company para esta parte del mundo parece estar al borde de la quiebra. De modo que los colonos escoceses del Topo, que llevan casi un año establecidos, ya no reciben raciones ni ayuda. Su disolución está cerca; pero aunque no hubiera sucedido este acontecimiento, el grupo de europeos era tal colección de tipos perezosos, borrachos y peleones, que de todos modos no hubieran durado mucho tiempo juntos. Casi todos eran tejedores o soldados licenciados del regimiento escocés, pero para ser honesto hay que decir que nunca se dio un trato justo a estos seres infelices y engañados. Las tierras eran las menos adecuadas para colonización en toda Colombia —sin agua y sin una milla de pastizales—, de modo que tuvieron que aprender una especie de agricultura totalmente ajena a la poca que conocían. Todos están abandonando los pocos acres que se les otorgaron, y buscan regresar a su tierra o a los Estados Unidos. Así termina la estafa de la Colombian Agricultural Society, pues todos sus otros ensayos en Maracaibo o en cualquier otro sitio se disolverán como este. Estos exiliados vagabundos creo que me causarán muchas molestias antes de que consigan algo o vayan a alguna parte: pero mis poderes no llegan hasta ellos. El agente de la Sociedad debe hacerse cargo. El señor Nevett cenó conmigo. Di un paseo encantador por la carretera de Valencia. Termómetro, 22 [a las 7], y a las 4, 23. Mucha lluvia por la tarde.