La noticia que llegó anoche ha creado una verdadera sensación. Debe de haber algo más au fond de lo que sabemos, puesto que el general Páez tenía que marchar desde Valencia a la cabeza de 1.500 soldados, el día 30. Y lo que ha aumentado la consternación general es que los llaneros han empezado a requisar, sin miramientos hacia personas o naciones, tanto caballos como mulas. Carabaño salió repentinamente esta mañana para La Guaira, lugar este que yo iba a visitar, pero la requisa de animales me lo ha impedido por el momento. No me explico de ningún modo esta conducta singular de Bolívar, si es cierto que haya cometido el acto de ordenar la entrada de tropas a Venezuela así como la detención de las personas de los delegados de Páez. Pero aún espero que surja una explicación más favorable en uno o dos días. Nunca presencié consternación semejante: la que siguió al pillaje estilo cosaco de los establos y de los aperos caballares, que hicieron estos llaneros y sus oficiales. El acto fue realizado con ternura semejante a la que he presenciado antes, pero en territorio enemigo. Espero que este asunto termine así, y que no se viole la propiedad privada de los comerciantes. Se pagan 50$ por caballo al propietario, en papel sobre la aduana. Se dice que un tal general Salom está en Barinas con 1.500 hombres, por parte de Bolívar. Está prohibido a toda persona ir a La Guaira, y también se dice que no se permite a ningún barco salir de ese puerto, no por orden de Carabaño, sino porque tales son las órdenes de una corbeta que recorre las aguas desde Puerto Cabello. Termómetro, 20 a las 7 y 21 a las 4. Es este un primero de año muy inquieto el que todos hemos pasado aquí. Quiera Dios que los días subsiguientes del año sean más alegres y pacíficos, pues aquí solo se ha hablado de rumores y preparativos de guerra.