La gente ocupada bordeando las calles de ramas de álamo y palmera, que en el viejo mundo se llamarían árboles, y numerosos arcos decorados con las mismas flores, inscripciones, cintas y cien caprichos y fantasías engendrados por su amor, entusiasmo y respeto. Muchos han salido ya a recibirle, pues se dice que hoy llega a La Victoria, a unas 50 millas de distancia. Todos los extranjeros salen à cheval et à mule, llevando las respectivas banderas de sus naciones. Los diversos organismos, quiero decir autoridades (pues ya no existen como antes los de los distintos oficios) van caminando a la entrada de la ciudad por la carretera de Valencia, para recibirlo y darle la bienvenida. He recibido la siguiente tarjeta de invitación de la municipalidad:
La Muy Ilustre Municipalidad invita a Ud. a que se sirva acompañarla para recibir a S. E. el Libertador Presidente el día en que entre a esta Ciudad, y luego a tomar un refrigerio; a este fin deberá Ud. dirigirse a pie a la entrada de las puertas consistoriales. A S. S. el Cónsul de S. Majestad Británica.
De modo que al cabo (si Dios quiere) podemos esperar ver este extraordinario personaje después de haber estado ausente de su tierra natal durante seis años, dedicado a resolver las diferencias de otros y, por fin, de regreso para solucionar las propias. El espíritu de los que esperan algo o quieren imaginárselo siempre estará inquieto, y aunque por ahora puede tolerarlos, tendrá que extirparlos gradualmente, o darles cargos que satisfagan su capacidad: de otro modo nunca tendremos tranquilidad estable. Termómetro, 19 a las 7 y 22 a las 4. No ha llovido. Viento fuerte del noreste.