El ministro y todos los oficiales navales cenaron hoy en casa del doctor Coxe: el primer almuerzo que daba desde que se casó. Esta mañana el Libertador solicitó la presencia del señor Cockburne para tener una entrevista confidencial. Fue a las doce del día (a la ciudad), y la conversación no varió ni una palabra de la que había mantenido conmigo sobre el estado democratizado del país y la dificultad que tenía para gobernar tan discordes Estados e intereses, afirmando que si España no concedía una tregua de varios años o la independencia a la república, la consecuencia sería la ruina total de Colombia. Me alegra que el señor Canning ya esté al corriente de todo esto por mí, y que el despacho de Cockburne sin duda lo confirmará. Todavía no se ha decidido nada sobre los movimientos del Libertador, pero dentro de muy pocos días sabremos. Mucha lluvia. Termómetro, 23 a las 7 y 24 a las 4.