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Capítulo III La última estancia de Bolívar en Caracas
1827 enero 08 - julio 05
La última estancia de Bolívar en Caracas
1827 enero 08 - julio 05
Caracas

Anoche a las 12 cerré mis despachos, y esta mañana a las 7 envié al propio a La Guaira. El buque zarpa a las 12.

Cartas a: Jane, 30 de abril—señor Fauche, 26 de abril—María, Íd.—señor Kirk, Íd., Granada—mi madre, Íd.—sir Robert Wilson, abril—señor Canning, Despacho Nro. 14 (el Nro. 13 fue en el bergantín Ferret al igual que la del señor Hill, Tesorería, el 24 de abril)—lords de la Tesorería, aviso de factura £100—Just, 30 de abril—señor Bidwell Nro. 11—a los Comisionados de la Armada de S. M., factura por £16.10.8.

Hoy comimos con el Libertador. Asistieron solamente el intendente, cuatro miembros de la Alta Corte, los generales Ibarra, Clemente #001-0214 y Briceño Méndez, junto con el estado mayor de su excelencia. La comida fue excelente y el esplendor grande en cuanto al oro de los platos, cuchillos y tenedores de postre. Todo lo que podía procurarse en esta parte del mundo se ha obtenido: las diversas aves comestibles; el pescado de varias clases traído de La Guaira; tortuga hecha de varias formas y, además, una enorme tortuga de tierra; y venado, lapa y cochino de monte. El postre y todos sus dulces y etcéteras, no tenían nada que envidiar al primer y segundo plato. Todo se sirvió y consumió dentro del más aproximado estilo inglés, en honor del ministro británico. Cuando se hubo saciado el apetito de todos, el Libertador, después de un breve discurso relativo a

la presencia del señor Cockburne, la gran nación, y el poderosísimo Rey que reina en el corazón de su pueblo, que constituye su poder,

brindó por Jorge IV, y el brindis se consumió con gran fervor. El señor C. se levantó entonces y, en una o dos frases igualmente apropiadas y diplomáticas, se expresó como solo puede hacerlo quien ocupa un cargo como el suyo, cerrando con un brindis al Libertador de Colombia. Después de un rato el general Bolívar brindó por el ministro de la Gran Bretaña, por supuesto precedido de un cumplido que el ministro contestó. El coronel Acedo, secretario privado del ministro, brindó por los gobiernos unidos de Sudamérica, después de un largo discurso, en español, sobre la libertad, la tiranía, Fernando VII, Sófocles, Arístides, el Libertador, la Independencia, y palabras, frases, etc., etc., de una extensión maratónica. Cambio de salón, café y licores, y se acabó la fiesta. El comedor había sido redecorado con pinturas alegóricas a la revolución y Sudamérica, inscripciones de batallas y otros actos relacionados con su separación del viejo mundo. El capitán Austin del Aurora subió a la fiesta. Llovió mucho este día. Termómetro, 23 a las 7 y 24 a las 4.

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