El buque correo llegó a La Guaira ayer a las 4 de la tarde, trayendo correspondencia de Inglaterra fechada hasta el 3 de junio. Su majestad está en el peor de los estados de salud. De hecho no se tienen esperanzas de que se recupere. A las 2 de esta mañana el propio subió mis despachos. A las 6 los O’Callaghan se fueron tanto de la casa como de Caracas: a los Estados Unidos. De modo que una vez más soy chef d'une maison en Venezuela, y quiera Dios que no sea por más de un par de años. Todos bien en Esher, gracias a Dios. Recibí una interesantísima carta de mi viejo amigo sir Sydney Smith, fechada en París el 24 de abril. Hice mis compras de muebles: es bastante caro volver a adquirir las comodidades y requisitos domésticos. Atareado desempaquetando, etc.