Llegué a un acuerdo con el señor padre Sutil (por intermedio del señor Forsythe) para alquilar su nueva casa, en la esquina de San Francisco, Calle del Sol, al precio de 50 dólares mensuales, durante mi estancia en Caracas. Es una casa excelente, en muy buen estado para este país, aunque muy caro su alquiler, como todos ahora, pero ¿que faire? Solo cuesta cinco dólares más de lo que pagaba cuando estaba en Caracas antes, y tengo que decirlo: la vivienda es dos veces mejor en todo sentido; su situación es la mejor de la ciudad, aunque me temo que las campanas del convento van a ser intolerables, pues el campanario está frente a la casa.