A pesar de lo que se dijo ayer sobre la decisión en cuanto a dónde debe estar la capital, decisión que había sido aprobada por el Congreso, se ha aplazado por algún tiempo, lo cual demuestra ya sea temor por parte de Páez de que su partido no es en efecto tan fuerte como debería ser, o que el momento no es favorable, como consecuencia de un informe que ha venido de Puerto Cabello en el sentido de que el general Bolívar está en Santa Marta, cosa que no es improbable si resulta ser cierto lo que me contó el otro día el general Clemente, a saber, que aunque el pueblo había impedido a Bolívar marcharse de Cartagena cuando iba camino de embarcarse en el paquebote británico para Jamaica, su decisión seguía siendo, no obstante, la de marcharse y, por lo tanto, se iría a Santa Marta y zarparía de allí. Esto no me suena bien, y me inclino más a pensar que solo haya cambiado su morada continental según planes madurados entre él, el general Montilla y los amigos suyos que están ahora en Curaçao y rápidamente se están congregando allí. De hecho, hace unas semanas hubo un informe de que probablemente iba a desplazarse una fuerza hacia este sector desde Cartagena, a raíz de lo cual las autoridades de Valencia dieron órdenes instantáneas de que estuvieran alerta la policía y los comandantes de los regimientos. Páez escribe al general Escalona, así como al general Bermúdez, que el horizonte político no está nada claro. Bermúdez ha renunciado a la gobernación de Cumaná, y le substituye el coronel Vallenilla, pero existe un buen entendimiento entre este «Jefe Libertador» y Páez. Hasta aquí el informe público. Pero hay una triste verdad más allá del informe, que sí es cierta, y es que en la tesorería no hay un centavo, y que la paga diaria de los miembros del Congreso está muy atrasada. Llueve muy fuerte.