Salí para La Guaira a las 12 con el señor Meyer para tratar asuntos oficiales, durante cuya realización uní en matrimonio a una joven pareja de prusianos, el señor Gossland Käegel y la señorita Augusta Deeg, quienes, por cierto, no habían esperado como suele hacerse la debida licencia y se la habían tomado por adelantado, pero supongo que el calor del clima, el amor excesivo y la ausencia de un pastor pueden servir de excusa. Ya está todo legalizado, de modo que no hablemos más del asunto. Que sean felices. Acaba de llegar un buque de Curaçao con la noticia de que el general Valdez desembarcó en Río Hacha procedente de Cartagena con una fuerza de 300 hombres; y que después de saquear la población de la manera más inmisericorde durante tres horas, atacó y derrotó al coronel Carujo. También trae la nueva de que el general Bolívar está en Santa Marta, que ha aceptado el mando principal y que ha hecho de ese lugar su cuartel general, desde donde dirigirá sus operaciones militares. Su primera [operación] à la Napoleon —Río Hacha— sangrienta y digna [sic] de este gran héroe, es un aviso para el resto de las villas y ciudades que se atrevan a rechazarlo. Este sistema no puede dar al Libertador amor ni seguridad futura.