Mi sirviente Manuel' class='cs6-c entry-index'>Manuel ha sido designado, ya que no hay sorteo, para servir en la milicia de esta ciudad; de modo que descubro que mi cargo consular no exime a mis sirvientes nativos del servicio militar o, de hecho, de cualquier otro deber que se les imponga, según la idea que se hacen estos nativos de lo que es libertad. No dudo que el dinero arregle todo esto, pues no busco favores, ni los aceptaría.