Fui a ver al cónsul francés, que acaba de regresar de La Guaira, y me dice que el bergantín de guerra Cuirassier llegó a puerto ayer. He recomendado que se vaya a Puerto Cabello sin perder tiempo, de modo que zarpará mañana si no lo hace hoy. Una delegación de comerciantes extranjeros fue a ver al capitán del buque para pedirle que visitase Puerto Cabello aunque no fuera más que un par de días, a fin de dar la impresión de protección, pero respondió que, estando bajo las órdenes del cónsul, no podía hacer nada sin su consentimiento. Monsieur de Mahélin es un personaje quisquilloso y pedante y, por lo tanto, no quiso tomar ninguna decisión sino desde el trono del consulado de Caracas. Así que pasaron casi tres días antes de que el bergantín pudiera zarpar. Vino a visitarme el coronel Paredes, comandante militar de la provincia, que es un acérrimo constitucionalista y parece una buena persona. Es hermano de la esposa del Sr. Anderson. No hay noticias. Llovió sin parar hasta romper el alba.