El correo me subió una carta de La Guaira, con la declaración siguiente relativa a los dos prisioneros:

Salieron de Carúpano hace cosa de siete días, donde los generales Gómez y Carrera estaban a la cabeza de unos 700 hombres. Gómez dijo que para el 15 estaría en posesión de Cumaná, y parecía que tenía todas las probabilidades de lograrlo pues los voluntarios se unían a su estandarte en cantidades. Entre ellos el padre Ximenes con su bizarra banda de constitucionalistas. Al desembarcar Gómez y su colega en Carúpano, y con una fuerza tan formidable, Valdez, encontrándose así separado de Cumaná y Mariño —y de paso en una red inextricable— inmediatamente pidió parlamentar, y se proclamó, como un cobarde sin principios, a favor de la Constitución; declarando, como lo hará la gran masa de los demás traidores, que lo habían engatusado los jefes reformistas, etc., etc. El general Carrera entró en la ciudad con 200 hombres, mientras Gómez la hacía rendir con el resto de su fuerza —incondicionalmente— y los generales rebeldes se embarcaron inmediatamente a bordo de la goleta Amazon, del capitán Innes.

Estos dos personajes llegaron a esta capital hacia las 2 de ayer, se les llevó primero a la casa de Gobierno, y luego fueron conducidos a la del gobernador Arismendi entre los abucheos e insultos del pueblo, y se les metió a salvo en la cárcel. Sí espero, en vista de que parece haber un espíritu tan impaciente y un tan justo deseo entre el pueblo de castigar a los traidores, que ni los tribunales de justicia ni el ejecutivo vayan a deshonrarse por un sentimiento de piedad descaminado. Cené en casa de Mocatta: era el cumpleaños de uno de sus hijos.