El cónsul holandés, señor Van Radders, cenó conmigo. Nada de particular. El comodoro Danells me comunicó hace un par de días que, siendo él americano, Páez le había solicitado que contratase y consiguiera del extranjero 50.000 juegos de armas. Apenas le di crédito a esta información pues dicen que exagera. No obstante, al comer hoy en casa del coronel Stopford, a un caballero y socio de una de las principales casas alemanas, se le había pedido que hiciera una compra de armas y municiones por la cantidad de 2.000.000 de dólares. No me quiso decir si era el propio Mariño quien había hecho el pedido, pero dijo que provenía de una autoridad del personal de Páez. Estas precauciones no parecen augurar ni tranquilidad ni un buen entendimiento. Ocupado todo el día en preparar despachos que irán en el primer buque que salga para Norteamérica. Cené en casa de Stopford.