Nada nuevo, salvo el bando fijado para mañana a las 11. El general Páez deberá presidir la asamblea. Recibí el acta de Maracaibo, aprobada el 23 último, por medio de la cual el pueblo confiere a Bolívar la Soberanía Nacional. Todavía tiene que definirse lo que esto significa, y como antes, pide a gritos que se reúna la Convención para que se fije un sistema para el gobierno de la república imitando, como dicen, a los departamentos de Ecuador, Azuay, Guayaquil y Magdalena, pero Guayaquil decide sobre los poderes dados a Bolívar al nombrarlo dictador: es, ciertamente, uno de los actos más cobardes y absurdos que se hayan hecho desde que estas convulsiones políticas sacuden al país: y el pueblo de ese departamento se declara a favor del Código Boliviano. El señor Van Radders, agente comercial holandés, cenó conmigo. Velada en casa de Stopford. Termómetro, 22 a las 7 y 24, a las 4. Mucha lluvia.