A las 11 se celebró la asamblea popular bajo la presidencia del general Páez, y con la asistencia del intendente, varios miembros de la Alta Corte, y ciudadanos y militares de todas clases: hasta el punto de que se llenó la iglesia de San Francisco. Páez abrió la asamblea leyendo un discurso, pero lo hizo en voz tan baja que no pude entender nada. Núñez de Cáceres dio comienzo al asunto en un culto, largo y elaborado discurso, intentando demostrar que el gobierno estaba disuelto y que la gente debería obrar por sí misma declarando e instituyendo el sistema dictado por sus deseos. Siguieron varios otros. Una persona de edad, un tal doctor Martínez, se puso violentamente a favor del Gobierno y no quiso aceptar la idea de que ya no existía, y que cualquier medida que se tomase para constituir un Estado separado sería la ruina de Venezuela. El intendente hizo un discurso muy sentido y brillante, lleno de llamamientos a las pasiones, a Bolívar, etc., etc. El síndico, señor Iribarren, se aferró a su preferencia por el federalismo, y un discurso del general Páez puso fin al asunto, con la decisión general del pueblo a favor de un sistema federal, proclamándolo en Venezuela y Apure e invitando a Cundinamarca a unirse, al mismo tiempo convocando una reunión de diputados de las diversas municipalidades en Valencia, creo que para el 1° de diciembre. Se oyeron fuertes gritos de «Viva Páez, Viva Bolívar», y la reunión llegó a su fin a las 5. Termómetro, 22 a las 7 y 24, a las 4. No ha llovido.