El gobierno militar proclamó hoy por bando la acción del 19. El buque correo zarpó hoy a las dos, afirmando que los cumaneses le habían dado al general Bermúdez 8 horas para retirarse y reembarcarse, porque si no lo tirarían al mar. Despreció el aviso y al expirar el plazo atacaron las líneas que había formado. La lucha duró cuatro horas —muchos cayeron en ambos lados— y como consecuencia Bermúdez tuvo que replegarse a Barcelona. Se ha dicho hoy que Páez llegó a Valencia el domingo por la tarde y que se había llevado todas las tropas y la milicia que había podido encontrar en los valles y alrededores y que inmediatamente inició su avance sobre Puerto Cabello. Hay informes de que muchos soldados ya han desertado de la fortaleza y también que Páez había sido interceptado por un correo, quien le entregó cartas del Libertador procedentes de Bogotá. ¡Vaya Ud. a saber! El correo, si es que llega, nos dará más información. La proclama relativa a la declaración de la Ley Marcial no solo fue trompeteada públicamente en toda la ciudad por bando, sino también impresa y fijada en carteles en todas las plazas, esquinas, etc., etc. Reza así:
Por cuanto los medios pacíficos y conciliatorios, empleados hasta ahora para promover y llevar adelante la causa de las reformas, que los pueblos de Venezuela en uso de sus imprescindibles derechos proclamaron en Valencia desde el 30 de abril último, no han correspondido a las sanas intenciones que me propuse al aceptar la autoridad civil y militar que me fue conferida, para mantener la tranquilidad pública y evitar las funestas consecuencias de la discordia civil entre hermanos; y habiendo acreditado una experiencia lastimosa que los enemigos de la causa de la libertad y de la dicha de Venezuela maquinan sordamente contra sus progresos, moviendo los resortes de la perfidia, para excitar reacciones que ponen en inminente peligro la seguridad del Estado; por tanto en uso de las facultades que me han conferido los pueblos desde el principio, sin otro límite que el indicado por las circunstancias ocurrentes, vengo en declarar y declaro todo el estado de Venezuela en asamblea.
En consecuencia, los jefes militares entrarán desde este momento en el pleno uso y ejercicio de la autoridad que les corresponde por efecto natural de esta misma declaratoria, debiendo contraer principalmente su vigilancia a la persecución y pronto castigo de cuantos maquinaren, o de algún modo actuaren, en contra de la ejecución y realización del sistema de gobierno popular representativo federal, proclamado unánimemente por el voto libre de los mismos pueblos, no menos que de constituirá Venezuela en un Estado. Publíquese por bando en esta capital, y circúlese por Secretaría a todas las autoridades civiles y militares, para que teniéndolo entendido lo hagan también publicar en sus respectivos distritos y cantones. Dado en el Cuartel General de Caracas a 25 de Noviembre de 1826. (firmado) José A. Páez, etc., etc.
Un tal coronel Padrón es el comandante militar, bastante entregado a Baco. Y esta mañana en la posada, a la hora del desayuno, mantuvo con casi todos los extranjeros establecidos en Caracas una reunión y les advirtió que no se mezclaran en política, puesto que dos extranjeros ya habían, por sus intrigas, por una parte iniciado la guerra civil y, por la otra, la revuelta. Me ha molestado un dolor de cabeza todo el día. Velada en casa de O’Callaghan. Termómetro, 22 a las 7 y 25, a las 4. No ha llovido, muchos relámpagos.