Nada nuevo salvo una pequeña dificultad (por lo menos lo sería en cualquier otro país) en la salida del Mary Ann, a causa de que un tal señor Foster afirma ante el intendente que, a bordo del buque, hay bienes que son propiedad de una persona que está en deuda con él, por lo cual la nave ha sido embargada hasta que el comerciante acusado demuestre lo contrario. Creo que, de todos modos, hoy terminará la detención del buque. No me he sentido exactamente bien en estos últimos tres días, pero confío en que un poco de disciplina me vuelva a la normalidad. Ha llovido bastante. Termómetro, 23° a las 7 y 24, a las 4. El aire está fresco.