Salí de Esher para la ciudad a las 8. Ocupadísimo todo el día solicitando muchas cosas para mi segundo equipamiento para Sudamérica. A las 6 fui a la City of London Tavern para cenar con el gobernador y miembros de la Worshipfull Company of Russian Merchants. Fue extremadamente agradable, con excepción de unos 10 o 20 minutos de incomodidad, cuando el señor Stephen Thornton, el presidente, del modo más inesperado y a falta de un personaje más apropiado, propuso brindar a la salud de sir Robert Ker Porter. Hice mi mieux para dar las gracias, como lo habían hecho otros antes que yo mucho mejor y muy elocuentemente. Me encontré con varios de mis antiguos amigos comerciantes de San Petersburgo, pero no había nadie de alta categoría. Regresé a casa a las 11.