Salí de Esher para Londres con mi hermana Jane, quien se alojará en casa de la señora Skinner, yo en el Bath Hotel. Fui al Foreign Office y encontré una carta de mi hermano William, muy fría al enterarse de mi próxima partida. Cené en casa del señor George Hammersley. Conocí a varias personas de poco interés. Estaba un tal señor Macfarlane, quien recientemente ha publicado su viaje a Grecia y Rumelia, Constantinopla y otros lugares, como lo hacemos todos. Sus esfuerzos han sido algo más leídos debido a la guerra entre Rusia y La Puerta. Es persona apuesta, y tiene altas pretensiones autor-i-tarias. Por la noche fui a parar a casa de la señora Skinner, donde me encontré con un grupo numeroso de personas. Había varios de mis amigos, entre ellos el mayor Monteith, de Persia. De regreso al hotel a las 12.