Acompañé al capitán Colton (sobrino de lord Cumbermeer), oficial naval que acaba de ser ascendido y viaja en el North Star, a visitar el astillero. Nada nuevo para mí, pues fueron muchas las guardias que monté en los astilleros hace tiempo, pero sí fue una novedad la máquina de hacer poleas, y el proceso es verdaderamente sorprendente, así como la rapidez con que se empiezan y terminan las poleas. La difunta reina de Württemberg (quiero decir la querida gran duquesa Catalina) quedó todavía más asombrada cuando presenció la fabricación de zapatos por medio de vapor, sin emplear lezna ni hilo de ninguna clase, sino armados a base de clavos. Estaba con S. A. I. cuando visitó la fábrica y nunca había visto mayores manifestaciones de satisfacción y admiración que las de ella frente al ingenio humano. Cené con sir Robert Stopford. Fue un día encantador. Muchos de los elegidos de la guarnición se reunieron con nosotros por la noche, entre ellos sir Colin Campbell y familia. Se dice que su hija mayor es una belleza. Es bonita, no hay duda, pero blanca como la azucena. Dicen que está enamorada. Es extraño cómo un corazón amante a veces descolora la belleza. Tiene los dientes, los ojos y el pelo bonitos, pero, sin ninguna duda, la figura algo exagerada.