Esta mañana nos reunimos en casa del señor Mocatta para discutir las gestiones que debemos hacer a fin de adelantar el establecimiento de un cementerio británico en esta ciudad. Se ha formado un comité que consta de 4 de los principales suscriptores, a saber yo mismo como cónsul de S. M., y los señores Ackers, Alderson y Mocatta. El señor Ackers no asistió. Se resolvió cobrar las suscripciones y adquirir una parcela de tierra apropiada. Nombramos tesorero al señor Mocatta, y vamos a escribir una carta al ministro de Relaciones Exteriores exponiendo los deseos de los súbditos de S. M., y pidiendo autorización oficialmente para llevar el asunto a efecto. El Sr. Mocatta y el señor Barry cenaron conmigo; muchos truenos y relámpagos.