Por fin se ha publicado el mensaje presidencial, y es verdaderamente honorable en alto grado para él y los jefes del Gobierno en los principales puntos que toca, la devolución del rango a aquellos oficiales venezolanos que han regresado al país acogiéndose a la reciente Ley de Armisticio; y el rendirle honores a los restos y la memoria del Libertador colombiano Bolívar. Dice así (y le he enviado copia al Foreign Office):
Honorables Senadores y Representantes: Bajo los auspicios de la paz que ha continuado influyendo sobre Venezuela, y en medio de la más perfecta tranquilidad que disfruta cada una de las provincias, el Congreso Constitucional, formado por los legítimos representantes de la Nación, se ha reunido por tercera vez a fin de proveer a las necesidades del Estado así como dar una mayor estabilidad a sus instituciones.
Me congratulo junto con mis conciudadanos y doy gracias a la Divina Providencia por la felicidad que recae sobre nuestro amado país, que permitirá a los poderes ejecutivos cumplir sus augustas funciones con la mayor regularidad durante los períodos designados para ello.
En estos, los más estables síntomas de nuestro bienestar, solo podemos esperar la realización de la brillante prosperidad a que ha sido llamado nuestro país y que es objeto de todos nuestros ardientes deseos. Para regular las leyes se requerirá tanto la sabiduría como el patriotismo de los Legisladores, de modo que los accidentes que pudieran surgir durante el lapso, independientemente de su acción, no encuentren sino resultados favorables y las felices oportunidades que sólo puede mostrar la prudencia que corresponda a su mejoramiento.
Después de los acontecimientos más extraordinarios, Venezuela ha logrado establecer su Constitución y concentrado en sí misma con un interés general todos los discordantes intereses con los que la creación de Colombia había dividido nuestro país. Para la gran mayoría de los venezolanos, descansa ahora su halagadora promesa de felicidad y libertad sobre la preservación del orden existente y el mejoramiento gradual de las Leyes. De acuerdo con esta idea los Secretarios de Gobierno informarán al Congreso del estado de las distintas ramas de la administración, y de las medidas que cada una pueda requerir. El Ejecutivo espera que el Congreso atienda a sus sugerencias.
El estado de nuestras rentas es satisfactorio. Venezuela ha cubierto todos los gastos de la Administración Pública, ha pagado una parte de la deuda interna, quedando un residuo de dinero en el Tesoro; a pesar de lo cual, el sistema fiscal todavía necesita de la ayuda del Legislador. El Secretario de Finanzas explicará los medios propuestos, que son no sólo necesarios sino urgentes.
Aquellos venezolanos divididos por las opiniones políticas que agitaban a Colombia durante los últimos años de su existencia, ya están unidos dentro de su propio país, bajo sus leyes y animados por los mismos intereses políticos. El Ejecutivo está deseoso de que no se considere esta unión como nacida del efecto de la necesidad o de la influencia de los acontecimientos, sino de la convicción de las ventajas individuales que deben emanar de un buen gobierno que vigila igualmente el bienestar de todos los miembros de su sociedad, respetando y promoviendo sus derechos comunes. Así pues, con la idea de desterrar para siempre todo motivo de división, solicitó al Secretario de Guerra que incorporase aquellos oficiales del Ejército de Venezuela de que habla el Decreto del 23 de agosto de 1830, y solo espera la resolución del Congreso para confirmarlos para siempre como soldados del país. Tal debe ser la suerte de todos los valientes hombres que ayudaron a elevar la gloria y la magnitud del nombre de Venezuela, llevando en triunfo sus estandartes por el inmenso territorio, ya felizmente rescatado de los enemigos de la independencia. Establecer la igualdad entre todos los merecedores servidores del país, es un acto de justicia y gratitud nacionales. El Ejecutivo, por lo tanto, recomienda esto como medida saludable, confiando que el Congreso no la difiera.
La administración de justicia requiere la atención particular del Gobierno. La propiedad, la vida y el honor de los ciudadanos, e igualmente los intereses públicos que dependen en gran medida de ella, requieren reformas de este sistema judicial, que, desafortunadamente, no posee, tal y como existe ahora, el estado de perfección tendente a preservar las garantías individuales intactas y proteger la sociedad en su debido progreso. Los Secretarios del Interior y de Finanzas presentarán al Congreso la información y observaciones que le ayuden a regular esta delicada e importante rama.
Si bien las relaciones que deberían establecerse con la Nueva Granada y el Sur todavía no se han realizado, y que debían regular un asunto distinto en el cual Venezuela se encontró comprometida junto con estas Divisiones de Colombia, serán explicadas al Congreso en una nota especial presentada por el ministro de Relaciones Exteriores. La discordia que existía entre las dos antedichas es de esperar que ya haya terminado felizmente, puesto que se han escuchado las voces de la razón y los beneficios mutuos. Se ha llevado a cabo una suspensión de armas, a fin de resolverlo todo de un modo amistoso y fraternal. Siendo amiga de ambos Estados, Venezuela no podía contemplar sin dolor este choque de armas. Se interpuso ofreciendo como hermana su mediación entre ellos. Estos ofrecimientos deberían convencerlos del interés que tiene en su bienestar que los sentimientos que la impulsaron en esa ocasión no cesarán en el futuro, mostrándoles en el curso de las transacciones que están pendientes que albergamos la mejor disposición para mantener la mejor información y amistad cordial con nuestros hermanos del Centro y el Sur, que una vez fueron partes de la República de Colombia.
No satisfaría el más vehemente deseo de mi corazón si en esta solemne oportunidad no apelara a los sentimientos patrióticos del Congreso para cumplir un deber en el que el honor y la gloria nacionales están muy interesados. El Congreso posee poderes para decretar honores públicos a la memoria de hombres distinguidos. Este poder precioso puede rebajarse y degradarse, pero no puede ser así cuando la voz de la razón lo pide a gritos. El no escucharla sería privar a la nación de uno de sus más sublimes y más grandes monumentos. La Nueva Granada, el Sur, el Perú, Bolivia, Venezuela; Estados que surgieron bajo los auspicios del Ilustre Libertador Simón Bolívar, el héroe que América y Europa señalan como uno a cuya memoria el Congreso Nacional debería consagrar el tributo. Grandes actos, poderes magnánimos, incesantes sacrificios e irrestricto patriotismo, además del valor más conspicuo, constituyen la historia de este inmortal dirigente. Hablo en presencia de sus contemporáneos, en el seno del país que lo vio nacer y fue testigo de sus hazañas. No puedo pronunciar sin admiración el nombre de Bolívar. Uniendo mis deseos a los de mis conciudadanos, ardientemente imploro al Congreso que decrete honores públicos como justo tributo a su memoria. Habiendo el Poder Ejecutivo orientado toda su atención al cumplimiento cabal de las Leyes que pueden proteger los variados intereses de los venezolanos, espera, no obstante, que al mismo tiempo el organismo legislativo supla todas las diferencias que al hacerlo se han encontrado menguadas en su práctica; de la mejor manera que les permita en lo futuro cumplir con los deberes impuestos por la Constitución. Así responderá a la confianza que en él han depositado sus conciudadanos, (firmado) José Antonio Páez Caracas, 26 de enero de 1833.—4 etc., 23.