Ayer zarpó el Eclipse para Filadelfia. Hice dos paquetes para el Foreign Office, que contienen los despachos Nro. 43 y Nro. 1 de 1827 para el señor Canning, además de las siguientes cartas, a cargo del señor Planta:
Sir D. Bayley—señor Lewis—la Emperatriz viuda—señor Yestropzoff—señor E. Bayley—señor Gibson—príncipe Galitzin—señor Pludousky—príncipe F. Sherbatoff—señor Smirnoff—Jane—señor Rolleston; todas a cargo del señor W. D. Lewis, de Filadelfia, para que las envíe sin un momento de retraso. El capitán Vernon vino a visitarme, con la esperanza de presenciar la llegada del general Bolívar. Fui a ver al coronel, ahora general Carabaño, para saber si algo oficial se había recibido del presidente o de Páez. Me dijo que con toda seguridad el Libertador había llegado a Valencia el día 4 y que podía esperársele en Caracas a principios de semana. Me dio otra proclama de Páez, la primera desde que reconoció la supremacía de Bolívar. Dice así:
José Antonio Páez, Jefe Superior Civil y Militar de Venezuela, etc., etc. Habiendo ofrecido a los pueblos de Venezuela en mi proclama del 15 de Diciembre último que garantizaba con mi vida, honor, y propia sangre que S. E. el Libertador se acercaba a nosotros con los brazos abiertos para estrecharnos en su corazón: que venía a traernos la paz y a restablecer la confianza, serenando con su autoridad, influjo y poder nuestras disensiones domésticas, y dar a la obra de las reformas la perfección más conveniente a nuestra dicha y bienestar futuro; y por cuanto a las doce de la noche del día de ayer he recibido el decreto de 1° del corriente, dado por S. E. en el Cuartel General Libertador de Puerto Cabello, vengo a decretar y decreto lo siguiente:
1°—Publíquese por bando y con la debida pompa y solemnidad el expresado decreto.
2°—Desde este momento queda reconocida y será obedecida en toda su extensión la autoridad de S. E. el Libertador en calidad de Presidente de la República, y el decreto anterior será cumplido en todas sus partes.
3°—Debiendo S. E. el Libertador Presidente, en conformidad de su decreto del 19 del próximo pasado en Maracaibo, convocar en la ciudad de Caracas la Gran Convención Nacional que se ocupará de las reformas reclamadas por los pueblos para decidir de la suerte de la República, quedará sin efecto mi decreto expedido en 13 de Diciembre último para la reunión de la Representación de Venezuela en esta ciudad de Valencia, porque aquella debe concurrir a la Gran Convención en el tiempo y lugar que fuere convocada.
4°—Habiendo decretado el Congreso Constitucional los honores del triunfo para cuando S. E. el Libertador Presidente regresase del Perú al seno de la patria, y siendo además un deber dulce y sagrado para Venezuela tributar este homenaje al hijo más ilustre de su amor; los pueblos de su tránsito deberán prepararse a recibirlo con la pompa majestuosa correspondiente a una ceremonia inventada en la antigüedad en demostración de la gratitud nacional, justamente debida a los héroes bienhechores del linaje humano y fundadores de la libertad.
5°—Imprímase y circúlese el presente decreto por Secretaría a todas las autoridades civiles y militares para que en su puntual observancia y ejecución lo hagan publicar por bando en todos los cantones, pueblos y lugares de sus respectivas Provincias.
Dado en el Cuartel General de Valencia, a 2 de Enero de 1827. 17— (firmado) José. A. Páez.
Confío que esto haya sellado la unión de las dos partes, y que obren en concierto para dar un sistema de gobierno que las satisfaga a ambas y asegure al país el sólido gobierno y la felicidad que, estoy seguro, es el ferviente deseo de estos dos héroes. No hay razón para que todo no vaya bien si los odios mezquinos, la envidia, la malicia y el rencor partidista no obstaculizan el camino que conduce a su estable institución.
Plegarias en casa del coronel Stopford. La ciudad es toda alegría. La proclama antes expresada se hizo pública como de costumbre. Termómetro, 18 a las 7 y 22 a las 4. No ha llovido.